viernes, 25 de diciembre de 2020

El canto repetitivo del pájaro moderno

 Estamos destruyendo no solo la paz y armonía de la ciudad sino hasta la de los propios pájaros.

Me he ido dando cuenta cómo éstos tan melodiosos animalillos han dejado de cantar para entonar repetitivas melodías propias de la música tecno, electrónica.

Es una lástima que perdamos la alegría de la huerta y que empecemos a tener pájaros más propios de las discotecas que de aquellos cantares alegres de los árboles que aún se podían escuchar en algún tímido árbol de las grandes ciudades.

Tenemos unos pájaros que no nos merecemos.

martes, 22 de diciembre de 2020

La pregunta que hay que hacerse

 La pregunta que hay que hacerse es...

¿Se puede construir una sociedad en la que la mayoría no oprime a unos pocos y donde los más inteligentes y bondadosos busquen lo mejor para el resto sin que haya una minoría que controle el mundo?

¡Sí!

Los viejos, por mucho dinero y poder que tengan son viejos y débiles.

Es peor tener poderosos fuertes o jóvenes y sanos que nos impidan avanzar con cada cambio, esperando los caprichos sempiternos de éstos eternos adolescentes que podrían ser los herederos den dilapidar su fortuna "infinita" o en perpetrar el reino del terror que todo poderoso crea tratándose de proteger comprando medios y demás.

Una sociedad donde gobernasen los niños, los gobernantes "reales" (en las sombras) serían los dentistas.
Una sociedad donde gobiernen los viejos, los gobernantes ocultos serían... los de ahora.

Pero es un ciclo que permite liderar a los adultos con o sin experiencia.

Se exige o pide pervertir al líder de cualquier país.
A riesgo de muerte de no sucumbir a los intereses de éstos (potencias).

Pero todo eso nace de dar un valor a algo que no lo tiene pro encima de la fuerza o "mano de obra" del pueblo (a bien).

Ni el petróleo ni el oro ni los diamantes se comen, no obstante se pueden comer cosas que salen del suelo.

Es la propia estrategia la que da el valor  a algo para poder ponerlo en el mercado... por encima de otras cosas.

No obstante hay que considerar ésto un préstamo cuyo objetivo ulterior sea el de mejorar la sociedad y no de ponerse en una posición económica de poder pues causa y provoca las crisis que causan.

No es solo la disposición lo que influye en la economía sino que no haya alternativas.

Actualmente hay países enriquecidos por un "oro" negro que podría tener más utilidad como plástico renovable  —quizás— que como combustible (pues NO sirve ni para calentar el país).

En su lugar, al ser humano le interesa más potencias el Hidrógeno renovable, a diferencia de a una potencia que pudiera explotar en exclusividad algo localizable y no renovable o finito.

Lo mismo habría que tener presente otras variables como el número de militares por país, conjunto étnico o alizanzas.

Por ejemplo, China podría el día de mañana repartirse por todo el mundo sus genes y en una generación seríamos todos chinos.

viernes, 4 de diciembre de 2020

El fracaso de la teoría del dinero y el capitalismo egoísta

Se supone que el dinero es una deuda que tienes con la gente.

Entonces, como tal, lo que debes hacer tras cobrar a la gente es devolverles el favor haciendo algo por todos.

Me explico.

Tú creas una empresa basándote en los recursos naturales que son de todos. Incluido el petróleo del plástico de las botellas.

Si pagas por la botella, deberían de encargarse de su reciclaje para evitar contaminar pues cogen recursos naturales, pero no deben estropear la naturaleza.

Lo mismo con el agua.

Si pagas por el agua a una multinacional, empresa local... Deberían de invertir en mejorar el agua, en llegar a toda la gente que consume su producto el mismo producto que prestaron GRATIS para su explotación para mejorar tanto su composición como que llegue al resto GRATIS.

Actualmente pagamos impuestos para productos que NO mejoran, no van a mejorar y encima con ánimo de NO devolver a la sociedad tal préstamo.

Ni si quiera los avances tecnológicos pertenecen a nadie. Las ideas están ahí en la naturaleza. Es la explotación lo que precisa de compensación, y tal acumulación no debe de perpetrarse sin ánimo de mejorar y devolver tanto esa deuda económica al aceptar cobrar por algo gratis o más que pagado como el desplazamiento del agua a las ciudades como de devolver sino el dinero para la mejora de quien tenga ánimo de mejorar y avanzar la sociedad.

Ésto debe ser el principio fundamental por el que se erija una empresa con ánimo de lucro. Devolver a la sociedad un servicio que prestó de unos recursos naturales gratis, como la propia energía. Que si ni se crea ni se destruye, entonces no se puede poseer pues siempre ha estado ahí (como el Sol) y siempre estará (como el agua).

El avance científico no es más que la primera parte por la que avanza la sociedad. La tecnología no sirve de nada sin los recursos naturales que van detrás, tanto de aquellos renovables (incluyendo incluso la comida) como la del trabajo de los conciudadanos, de la gente que trabaja o de aquellos que se esmeran día a día en mejorar la vida de los demás de una forma u otra.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

La carencia del valor del aburrimiento

Una sociedad avanza en función de sus genios.
Esos incomprendidos que prefieren estar incomprensiblemente solos en lugar de en buena compañía.
Y no me malinterpreten. Cualquiera está encantado de estar en una buena compañía. Y cuánto más mejor.
Pero alguien así, genial, aprecia más el valor que tiene la comunicación por encima de la plática. Ésto es porque saben que tiene la información un valor intrínseco dentro del ser humano que fluye entre consumo y cervezas de la vida.

No confundir la soledad con el aburrimiento. La soledad es la desesperanza total de contacto humano y la falta total de empatía en un futuro. Sea el que sea.

El aburrimiento consiste en NO hacer nada MIENTRAS pasan cosas.
Y es ahí el quid de la cuestión. No sólo pasan cosas, sino que el cerebro —tu cerebro— sigue activo y procesando, salvo excepción o carencia intelectual, por lo que llega a discurrir esas cosas a las que en conversación y charlas corrientes no se llegan.
Raro es que existan conversaciones sin filtro en las cuales se compartan pensamientos profundos en vez de pláticas basadas en un tema, persona o sentimiento. "¡Estamos vivos! Celebrémoslo." Está claro, pero... el pensamiento mágico, por el que se caracteriza el genio, trata de discurrir para llegar a conclusiones útiles o que puedan ayudar (o incluso animar) a la gente.

Por esto la gente inteligente es la más graciosa. Aunque sea algo incluso accidental. Por la capacidad de procesamiento que ponen en práctica —en su mayoría— lejos de libreta y papel. Aunque se tenga memoria para apuntar las cosas, al final lo que se necesita para llegar a conclusiones inconclusas por la mayoría de seres humanos es, además de papel y boli para dejar registro de ello, tiempo en el que procesar la soledad.

martes, 1 de diciembre de 2020

La distancia interpersonal

La mayoría de personas no son capaces de apreciar la belleza del universo distante donde estrellas y planetas dentro de galaxias están realmente a mucha distancia entre sí.

Como pasa con dos seres humanos por cerca que se encuentren, aunque podría asemejarse según el tipo de relación, entre un agujero negro absorbiendo una estrella.

No se trata de "distancia interpersonal". No es ese vacío de espacio físico o temporal entre una persona y su pensamiento y otra, sino el propio espacio-tiempo que carece de apreciación entre los pensamientos de uno y otro.

NO se aprecia el tiempo que hay dentro de uno entre una idea y otra. Sentimientos a parte, el ser humano trata de racionalizar todo (incluido algo como el amor, que no debería), el problema que tiene es "el ruido". La gran cantidad de información inútil que le llega en diferentes formas, o que incluso anda buscando por falta de cultura u otro criterio propio que el impuesto a través de los diferentes medios (incluyendo amigos...).

Es por esto por lo que NO hay que darle más valor del que pueda merecer ni apreciación a aquello que se hace o dice estar ahí en nombre de "todos".

Lo siento, pero no sé puede hablar en nombre de "todos", de ningún "colectivo" ni de si quiera las personas que puedan apreciar tal fenómeno, acontecimiento o apreciación cultural pues los seres humanos NO son eso, ni se resumen en ese tipo de identidad ni mucho menos en un pensamiento, estilo, género o, incluso, fanatismo cultural.

Por lo tanto, por poco conocimiento que tengas de un tema cualquiera, no puede ser identidad tuya pues es o forma parte de tu vida en un porcentaje muy ínfimo. Y que, por lo tanto, la vida que transcurre en una persona también de un pensamiento o idea a otro, parece carecer de valor sin una identidad cuando es precisamente esa carencia de etiquetas lo que da valor a aquellas construcciones sintácticas en las que resumir hechos, conceptos u otras teorías (o, en resumidas cuentas, las "ideas").

lunes, 30 de noviembre de 2020

Ideas negativas e IA digital

El valor de las ideas hoy en día es negativo.

Alguien que tiene ideas no vale nada si no las ejecuta.

El problema es que todos podemos tener ideas, pero SOLO unos pocos pueden ejecutarlas.

Entonces, cualquiera que tenga ideas no puede hacer nada en comparación con aquellos que pueda tener menos ideas Y la capacidad de financiarse o trabajar en ellas de alguna forma.

No existen redes de ideas, creativas, como el ser humano. Ni seremos como un cerebro único el ser humano si no somos capaces de intentar ordenar y orientar esas ideas creativas, como se ha intentado varias veces infructuosamente, en una red de acción y trabajo.

Es cierto que se requiere tiempo para poder cambiar y crear cosas de la nada, físicas, pero el valor intrínseco que tiene una idea es desinteresado.
Quizá pueda tener cierto interés para mejorar su vida, pero con ella mejora la de todos los demás que quieran usar o pasar por lo mismo de forma más llevadera.

Un ejemplo que acostumbro a poner, aunque vale cualquier ejemplo de aplicaciones tecnológicas, es el de la falta de automatización de ciertos programas —por mucha complejidad que lleven—, como la falta de diagnóstico y solución a errores que pueda tener una persona para grabar, la falta de información o desconocimiento de herramientas que puedan solucionar sus problemas. O hacer la vida más fácil.

Tenemos una generación de ordenadores aún en pañales que se han centrado en similar la humanidad y recrear digitalmente tanto a otros seres humanos como simular incluso vagamente las neuronas de un cerebro o como procesa.

Pero es la IA la que necesita llegar al ser humano para automatizar y comprender las formas de repartir entre carpetas por temas, en sincronizar claquetas, en ahorrar tiempo al usuario que suele repetir los mismos procesos infructuosos o de "tiempo perdido" de abrir en busca del mismo archivo varias carpetas hasta dar con el documento .txt más reciente.

Las aplicaciones de fábrica están en pañales y tienen una falta de compatibilidad con el resto de programas que tira para atrás.

¿Cómo puede un ser humano hacer o realizar cosas que desconoce intuitivamente entre pestañas que no entiende ni le explican qué puede hacer con ello, incluso, con formas audiovisuales resumidas?

Tanta IA y no es capaz de sintetizar todo el conocimiento de tutoriales e integrarlo en los programas que se quieren utilizar.

Al final, el único valor que tienen o les dan, es el de poseerlo, en lugar del de saber utilizarlo y poder darle una utilidad que es lo que debe pretender todo teórico digital.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Matar a Hitler (Gran error) o La fantasía de los viajes temporales en realidad

En todos los viajes temporales de ficción bien es sabido que el deseo de acabar con un asesino de judíos es vox populi.
—¿A quién matarías si pudieras viajar en el tiempo?
El 90% te dirán que a Hitler, y el otro o te dirán alguna otra barbaridad o no matarían ni al mismísimo Mao.
No obstante, las implicaciones temporales serían nefastas. No vamos a entrar en un profundo análisis, pero quedaros con el siguiente resumen de una posible tesis doctoral para cuando tengamos la máquina preparada, para evitar catástrofes innecesarias (así como paradojas temporales como la de "primero de manual: No es posible viajar ANTES de que se creara la máquina del tiempo.").
Como recordarán algunos, se creó hace no mucho entre USA y la URSS (RRRS) una guerra "fría" que consistía básicamente en ver quién la tenía más larga... la trayectoria de misiles o en lanzamientos satelitales al espacio. Por algo fue el Sputnik el más famoso al ser el primero.
No obstante, de no haber acabado la guerra con la llegada a la Luna del "ser" estadounidense, podrían haberse proclamado los rusos, para nada mermados por la Segunda Guerra Mundial (que, probablemente, hubiera estallado igual) en la que murieron más de 6M de rusos... los ingenieros espaciales —irónicamente, judíos en su mayoría, como la creación de la bomba nuclear gracias a la ecuación de Einstein y otros tantos físicos que trabajaron en ella—, no habríase puesto fin a ésta guerra "sin balas".
La dominación rusa podría haberse extendido mucho más que el dominio sobre "el pueblo judío", que tampoco podría haber cruzado el charco, ni aun estando pagados por los Rothschild.

viernes, 30 de octubre de 2020

Un cuento político: ¿Qué van a tomar los señores?

¿Qué van a tomar los señores?
Esto era un cocinero que vivía cerca del Congreso
cuya depresión era tan grande
por culpa de la mala gestión del Gobierno
y la economía
que dejó de perder pasión por la cocina.

Un restaurante de alto standing
y muchas estrellas
cuya decadncia era contagiosa
y su dejadez propagada al resto de trabajadores.

—Nos ahogan. —dicen— Nos aprietan tanto
que ya no vale la pena perder el tiempo
limpiando raspas de pescado.

"—Señor, ésto está soso.
—Qué más da... he perdido la sal de mi vida."

Un mal día llegaron para comensales el presidente y su séquito.
Se quitó el sombrero y saludó,
pero no tan como de costumbre.
—Buenas. ¿Qué van a tomar los señores? —el
metrè había dimitido.
—Lo mejor que tengas en la carta,
como de costumbre.

Se puso de nuevo el gorro de cocinero
sin la redecilla del poco pelo que tenía
y se puso manos a la obra.
solo que no era una obra, sino la cocina,
y ésta estaba vacía,
así como el lugar salvo por sus excepcionales clientes
(habituales del restaurante).

—Tenemos que elaborar el presupuesto.
¿Qué establecemos para el pueblo?
Que luego nos abuchean
y ya empieza a oírse de fondo en los medios. —dijo uno.
—Pues no lo sé. No hay fondos. —respondió el número dos.
—¿Cómo?¿Que no hay fondos?
¿Y qué le digo yo a mi mujer y a mis tres amantes? —conforme decía ésto,
cogía un tenedor lleno de polvo de la mesa sin percatarse por lo lúgrube de la sala
de su suciedad.

Ese tridente le recordaría a cualquiera a alguien.

Tras un par de vinos reserva del 2007,
y unas cuantas copas sucias con pintalabios de más, llega la comida.

Tras poner una de las fentes en la mesa, un polvo blanquecino vuela de ésta.

Cualquiera podría esperar al levantar
la tapa de ésta —de la fuente—
un pavo real vivo, sin desplumar,
aún por degollar. O cualquier otro gallináceo de corral
a putno de darle muerte o matarlo de pena
por la falta de grano y de actividad.

—Bogavantes, langostas y cangrejos.
Y una sopa de pescado que no he identificado todavía...

—Al revés de como estamos acostumrbados a hacer,
hemos sustituido la carne de marisco viejo por carne de coco.
Y... hemos sustituido el coco por cerebro de rata. —añadió por lo bajini.

—¿Y esos gusanos del pestilente queso?
—Parásitos... —no muy claro si lo decía al casu.
—¿Y la sopa?
—Tiene espinas.
—Son raspas de pescado.

(...)

—Bueno, ¿Y a cuánto asciente la cuenta? Total, lo pagan "ellos".
—Sí. Invita el contribuyente. —ríen.
—75.000.000.000... o 17 años en la cárcel, a repartir por cabeza. —los cuatro comensales se peleaban por quién se lleva el año de más.

Una tuba enfurecida los espera en la puerta para que no se vayan sin pagar con palos y linternas a modo de antorchas.
—¿Preferís que hagan más "servicios" a la comunidad, chicos?
—¿Los dejamos que los procese el pueblo, o la ley... o la ley del pueblo...; o la cárcel...?
—¿Qué van a tomar los señores?

viernes, 7 de agosto de 2020

Poema político, marinero

 En éste barco que es España


tenemos el timón encallado

virando en una dirección todo el rato

gobernado mal por unos pocos

sin un capitán claro,

o claro, con un "capitán" que le importa poco el barco.

Con unos marineros que "desatan" clavos

que se preocupan más por los polvos mágicos 

de campanilla

que porque el barco llegue a puerto,

o en buena dirección.


Los dirigentes, el capitán,

en el carajo.

Importándole un grajo

todo lo que pase abajo,

e incluso al frente.


Ni "tierra a la vista"

ni avisar de abordajes.


Al carajo le importa un carajo todo.

De ahí lo de "jeta", caradura.


Pues no hace ni su trabajo.


Mirar por España,

pues aunque debería estar timonando,

no se encuentra ni en la proa,

ni a estribor del barco.

Está tumbado a la bartola,

mandado al carajo,

sin hacer nada,

pasando de las rocas,

arrecifes y tierras

que darían una oportunidad al menos,

para no encallar con ésta tormenta que se avecina cerca,

para no callar sobre su incompetencia,

mientras el resto de marineros

vagan sin saber qué hacer,

señalando a uno y a otro lado,

sobretodo a estribor,

sin ton ni son,

sin sentido (pues son tontos)

porque

con uno con el brazo estirado que apunta hacia algún lado

el resto de marineros —piratas, más bien, corsarios

de agua dulce que nunca han navegado en tierras si quiera

inhóspitas y salvajes—, simple

y llanamente, como ellos son,

miran directamente al garfio.


¿Se puede estar en mejores manos?

miércoles, 1 de abril de 2020

LA INEVITABLE CONTINUIDAD DEL SER

Hay veces que me gustaría dejar de existir.

O, como diría Descartes, dejar de pensar.

No ser un nexo de ideas, no ser algo material, no saber dónde estoy ni voy a estar luego.
No ver lo mismo de siempre, en la misma casa, no tener mi cuerpo destrozado por los años
y las inevitables circunstancias que lo dañan cada día.
Me gustaría desaparecer.

De la misma forma que una sociedad ignora a sus artistas mientras banagloria viejas glorias pasadas,
y las idealiza en un altar que, puede, incluso, no se den cuenta que ya tenían.
Que aquellos grandes escritores vivían de escribir. Que aquellos grandes músicos
han llegado hasta nuestros oídos porque eran escuchados.
Que antes, antiguamente, había menos charlatán y más artista al que se le hacía caso
pues eran muchas las horas y no tantas las obras a quienes aburrían en sus fascinantes y maravillosas vidas
de no saber qué comer mañana, qué empleo iban a tener pero que,
por desgracia o suerte (según se mire) tenían.


Supervivientes, gente que hasta cobra en sus más frívolas casas y alquerías cuando la lluvia se ha ensanchado con sus cosechas,
el Estado les paga por no trabajar.
Hay gente a la que el Estado le paga por respirar. O todos nosotros le pagamos los respiradores a los que no podían.
Y todo eso me parece muy bien.

Lo que no hago propio es que se me avasalle con que deba trabajar cuando no sé ni por dónde tomar un camino a seguir,
yo solo, en mis 13 sabiendo que ni de lo uno ni de lo otro hay oportunidad ya, si quiera.
Que artista era aquel que esculpía el granito o mármol, pagado por vete tú a saber quién,
y te convertía algo de una mera cantera troglodita, con pequeños actos de rabia contenida en un martillo, a través del cincel,
en una obra de arte. Y no contento con eso, te escribía en escritura especular, pintaba la capilla sixtina, te inventaba aparatos que aún hoy en día funcionaban
si alguien les hubiese tomado en serio como ingenieros o científicos autodidactas y que,
para matar el tiempo, te hacían la Mona Lisa.


Luego llegaron los físicos a traer más preguntas que respuestas con las que estar entretenidos,
los químicos a los que nadie hacía caso y a sus drogas, a los que la gente les hizo demasiado caso y,
justo justito después la música de los grandes autores de la historia.
Los estilos, las fiestas, la vida en general.
Y no solo eso, dejando a un lado la compleja evolución de una simple fotografía en una gran obra de arte y de culto audiovisual
proyectada en salas gigantes con cientos de asientos para 3 personas.
Llegó, incluso de nuestras salas, internet con todo lo bueno que conllevaba eso.
Y a su vez nos unía a una generación de idiotas que no sabe ni leer ni escribir aunque millones lo intenten en vano,
pues ni aprenden ni dejan una enseñanza que valga la pena.

Gente, la mayoría, conectada al momento con cualquier persona del mundo (un poco relativamente)
que, sin embargo, no se ha preparado de aprender a tener algo que decir.
Solo se dicen plamplinipolleces. Soplagaitas escoceses, alcohólicos anónimos enrabiados por internet,
y aún así parece que eso es mejor que no ser escuchado en absoluto.
Está muy bien para la gente que tiene muchos amigos y les gusta cuidarlos,
pero la gente solitaria que vive instrospectiva, buscando ordenar sus ideas, sentar la cabeza... ¡por Dios! Si no sirve ni para encontrar trabajo.
Ningún trabajo, pues no lo hay.
Ni para recoger naranjas sirvo sino me dejan probra.
Vivimos en la era de la crisis existencial, con la ilusión de que puedes hacer de todo,
pero no puedes hacer nada.

Antes, con todo por descubrir, te pagaban el viaje para que te perdieras en la mar y creyeras encontrar las Indias.
—¿Y bien —se preguntó Colón—, y dónde está el curry?
Y se trajo patatas.
Manda huevos.
No mucho después, alguien, probablemente alguna mujer, hizo una tortilla de patatas.
[Y digo lo de "probablemente una mujer" porque los logros femeninos son rápidamente vilipendiados y silenciados, aunque no crean que es algo que se les haga únicamente a ellas].


El silencio que provoca el universo al acabar una obra es el mismo que el vacío que sentiría un director de cine en presencia del inicio de los créditos al final de su obra,
ya sin aplausos. (La gente es muy agradecida, pero dejaron de ser completos idiotas hace tiempo).
Pon un contador en la salas y que cobren en función de eso, y mañana están cerrados todos los teatros, cines y salas de espectáculos variados.
Lo único que quedaría abierto es el Congreso.
Aunque esa función de circo nunca la entendí demasiado.


La música de antes era compuesta de oidos que escuchaba siempre lo mismo porque no había otra cosa y querían cambiarlo.
Hoy puedes oír cualquier cosa, y solo quieres escuchar a aquellos mismos que escuchaban las mismas cuatro cosas. Bueno,
eso no ha cambiado mucho. Salvo la oferta.
Hay más demanda que nunca por la capacidad de llegar a través del medio,
pero no hay ni un medio, ni formas de llegar a la gente.
Si quiera es fácil o ya no hay, trabajar en o con una discográfica, por ejemplo,
con exigencias bajo demanda.
Como si hacer un éxito no fuera fácil, pero ¿quién lo iba a escuchar?¿Y para qué hacerlo si eso no te iba a llenar?

Ni los bolsillos se llenan ya, ni las arcas hacen nada por la cultura, ni hay trabajo artístico,
y sin embargo, parece que el futuro solo apunta hacia la creatividad.
Disciplina, trabajo duro... todo lo que tu quieras. Talento. Sí. Trabajar.
Parece que vamos a cobrar por no hacer nada.
Un sueldo o salario mínimo para todos, y luego allá qué hagas con tu dinero.

No te faltará alimento que llevar a la boca con la nevera llena, o vacía, habiendo un supermercado al lado;
pero, ¿quién enriquece nuestras almas?¿Qué ser se responsabilizaría de llenar a gente vacia que poco aprecia —o nada—
el arte sentido de verdad por el alma si al final todo ocupa lo mismo y tiene el mismo espacio, mas una competencia brutal?
¿De qué sirve dar y tratar a todos lo mismo, por igual, creando más competencia con gente "vaga" sin capacidad ni valor social
(como se nos trata o tilda a los artistas) sin oficio ni beneficio. Normal. Si no somos capaces de vendernos para poner un pan
en la boca, ¿cómo va a llegar esa otra moneda por el que la vida parece haber girado siempre, secretamente, sin que podamos luego
entender de qué va?
¿No puede ser que Bob Marley se equivocara?¿Acaso un empresario no pone su corazón en conseguir algún beneficio o provecho para sí mismo,
a través de aportar algo de eso a la sociedad?

¿Qué valor tendremos como ser humano si sucumbimos a la necesidad moral de ayudar a todo aquel que, quizá, no necesite ser ayudado
sino tratado con humanidad?
Porque no somos capaces de ahorrar sin un trabajo para invertir o salir adelante.

¿Por qué no se encarga el comunismo de colocarnos en un espacio, o cerca de un trabajo, con una casa (y ya puestos, por qué no) con una madre y 3 hijos?
Porque con dos no basta para aumentar la falta de remplazo.

En el futuro el país vacío, será o estará más vaciado si se siguen haciendo políticas derrotistas.
Como quien gasta y apuesta todo el dinero en las papeletas para que le toque y luego tiene que pagar al Estado.
—¡Ahora que tenía premio seguro! —y seguro que el premio era menor que el gasto.
Pues lo mismo, pero igual.

¿Hacia dónde nos lleva y depara la sociedad si no hay ni un 90% de empleos en el futuro creados
o para los que nos puedan preparar?

¿Está el arte entre alguno de ellos?¿Servirá para que te tomen en serio?¿Ser autodidacta no tuvo valor una vez?
¿De qué sirve estudiar si luego no vas a poder trabajar?
Está muy bien hacer o aprender lo que te guste, pero si ni si quiera te va a servir de nada, menos para tu trabajo,
hacer compañeros, ¿por qué no hacerlo solo en casa?

Tenemos una ventana al mundo abierta constantemente para nosotros que parece que no se acabe. Incansable.
Inagotable. Con capacidad para entretenernos hasta el fin de los tiempos.
Quizá no. Quizá menos.
Está, más o menos, orientado a un público. A una generación. A una sociedad o país o lengua.
A pesar de que hay verdaderas obras de arte para el universo entero en el que se reduce nuestra existencia en la Tierra.

Entonces, ¿por qué contentarse con hacer algo para unos pocos... o para nadie?
¿Para qué sirve pues escribir, componer, cantar o bailar solo en casa si nadie te va a escuchar?
No es lo mismo que te haga feliz a ti, si lo que necesitas o pides es ayuda, un poco de empatía,
sentimientos que te arrebata una obra
como si las emociones estuvieran contadas
y no te los devuelve nunca más.
Como si de un pequeño retrato de Dorian Gray se tratara.

A medida que más y más doy, y de más deuda de trabajo me cargo,
menos beneficio o más valor le doy a la capacidad de convertir en oro el vómito, o la mierda.
Cualquier cosa puede valer una fortuna.
Mira la mierda de gineta, mira el vómito de ballena (el ámbar) con el que se apesta a otras ballenas ricas en grasas.

Hemos llegado a unos límites de gilipollez insospechados. Hemos llegado a una estupidez, conjuntamente, absurda que asombra.
Hemos llegado a los más altos limites de lo humanamente permisible en lo que a basura se refiere, literal y figuradamente.
Aunque ya lo decía un genio brillante: "Conocemos el precio de todo, y el valor de nada."

¿Cuántos más como él nos perderemos?¿Cuántos más pervertiremos en el camino creyendo que son genios, y no meros intérpretes, como otros tantos
juguetes rotos masacrados por la tele y la fama?
¿De qué sirve tener una vida triste o feliz sino puedes cumplir con nada?
¿Para qué tener una vida miserable de mierda si llegas tarde para estrella joven corrompida, adolescente famoso acabado,
o no tienes ni la oportunidad de llegar a adulto irresponsable drogadicto.

El club de la lucha se queda anticuado.
Ahora el problema, mi problema, es que "ser una estrella de rock" (por ejemplo) es más alcanzable si quiera que un puesto normal y corriente,
pero que la lucha (las luchas) por el mundo del arte son difíciles, y no nos prepararon nunca para ello. Para una maratón.
Para una carrera de fondo por pegaros o competir con otros que están dentro, están entrando o salieron ya hace bastante
por los cuales no pagan derechos ya, si quiera, en internet.

lunes, 30 de marzo de 2020

EL CAPRICHO DEL ARTE INTRÍNSECTO Y HÚMEDO

Lo malo de hacer arte es que hay que encontrar antes algo que decir.

La forma y el medio viene después,
aunque éste no te sea dado como un don bendecido.
Cada idea tiene su escenario,
así como que cada obra tiene su público imperecedera en el tiempo
(según relevancia, competencia, trascendencia, temática y género).

PARADOJA DE LA INUTILIDAD Y LA FUTILIDAD de la inmediatez

¿Por qué le cuesta tanto a la gente identificar el talento?

¿Por qué no hay una red de captura del mismo?

La gente precisa de una atención concreta constante para seguir un canal con una o dicha información temática
que pueden buscar o no,
compartir en opiniones políticas,
o que ni le venga ni le vaya,
siempre y cuando sea de su gusto se compartirá.

Necesitan antes, el espectador, de reprodicdad [en las redes] antes que ser un simple objeto
de consumo de alguien que no tiene nada que vender ni ofrecer salvo uno mismo.

Dicha venta no debe ser considerada de otra manera que sin un representante, esto es,
con el "mediario" directo.

Esto convierte al medio en la única forma de subsanar el error de gratuidad que tendría cualquier otro
por el cual el valor metálico pudiera circular más en beneficio de todos,
no como valor añadido intrínseco de la cercanía o "instantaneidad"
que aporten incluso falsamente las redes -en cualquier caso mucho más rápida que las piernas.

Por último, en el ultimísimo paradigma del trabajo por información, la venta última depende o recae en el seguimiento
y el valor que se de uno mismo a o tras la continuidad y un bien (cultural, mayormente) o servicio que pueda ser retribuido
sin, por lo general, ser éste o bien en sí, sino del valor añadido (con vagas palabras) al seguimiento web.

domingo, 29 de marzo de 2020

La importancia del matrimonio

El matrimonio es importante, por mucho que no se le quiera dar la importancia que merece.

Es importante porque se está socavando mucho el concepto de "familia", por el que perpetuamos la especie y la continuidad de las sociedades.

Y por otra, porque es salud. El sexo entre dos vírgenes (en el más sentido estricto de "matrimonio" convencional) te asegura no coger enfermedades.

Ojalá me hubieran enseñado o mantenido esos valores. Por no hablar de que la mujer con el matrimonio solo gana. Otra cosa es que no se quiera nadie atar, lo cual, hoy en día, es por lo visto un problema en lugar de una bendición que alguien quiera pasar la vida, o toda, contigo. O estar ligado de alguna forma, que no sea meramente con hijos.

viernes, 28 de febrero de 2020

Cuando los cerdos vuelen...

No preocuparse políticos corruptos, ignorantes e ineptos. Está todo bajo control... vuestro. Ya sabemos que no os gusta trabajar y no dudaremos en quitaros un peso de encima, así que no os preocupéis, que podremos labrarnos un futuro y un porvenir solos. Cada uno a su manera, pero no de brazos cruzados, apoyándonos los unos a los otros, a quien recibe vuestros palos, que sepáis que tenéis un hueco en mi intestino delgado y que pronto os podréis ir todos por el sumidero, no sin antes limpiar al país de vuestra mierda.

Los árboles son los pulmones del pueblo, nuestro cuerpo es el futuro de nuestra sociedad, tenemos un feto a desarrollar llamado prosperidad, nuestra arma más sólida, entre porras y rocas es la libertad.
Sois un cáncer para los pulmones, la peste para el cuerpo del pueblo, un aborto para un futuro feto, una roca para los riñones.

Es hora de que los cerdos remonten el vuelto.

21 de febrero de 2012

lunes, 24 de febrero de 2020

La eternidad de los niños, el llanto de la depresión y el insomnio

Los niños viven el presente, al momento. Día a día.

Por eso no quieren irse a la cama, les preocupa mucho dejar de tener algo aunque no puedan usarlo, pero al momento se les olvida. O por eso prefieren jugar a comer. O por eso la siesta es una mala idea, como al revés, con el baño
Con eso es con lo que se quedan.

Con la felicidad. Golpes, y todo. Nada, por lo general, les perturba de esa paz que es la infancia.

El sueño del insomne pasa algo parecido, pero al revés.
Nadie quiere irse a dormir estando triste, deprimido o teniendo cosas que cerrar.

Por eso existe la depresión.

lunes, 17 de febrero de 2020

La frustración del escritor

Ser escritor es enfrentarse a diario contra la frustración.
Contra la bifurcación de historias, las voces de los personajes, el drama que impregnas de tu vida tu obra...

Saber qué hacer, escribir, qué historia contar o elegir trabajar a diario es difícil.

Y eso es una pequeña parte de lo que pueda resultar en lago rentable.

Hay que hacer mucha mierda para encontrar una pepita de oro.

viernes, 31 de enero de 2020

Estereotipia humana

Frank Cuesta denunció ésto en uno de sus programas y mencionó el "síndrome" que padecen, como muchos animales, por estar encerrados y no poder moverse. "Estereotipia", que no es algo típico de los estéreos.

Yo creo que los humanos lo padecemos también en forma de manías en menor grado por encerrarnos a nosotros mismos también.

No dudo de la capacidad artística de los elefantes, pero vamos, que por naturaleza no van a estar por ahí pintando cuadros o acercándose a la ópera a escuchar música clásica..