sábado, 11 de octubre de 2014

Confección íntima. Hecho en Braga.

Me veía en la necesidad por primera vez de hablarle a alguien de tú a tú y aún así le sigo hablando de uste. Pero esto se debe a que quiero hablar conmigo mismo y decirme y deciros a algo en el mismo tono de respeto en el que me hayo y me tengo.

Últimamente me he estado dando cuenta que he aprendido a realizar diferentes tareas creativas cuan más rápido y valioso más inspirado y mejor, pero, que a la hora de aunar todas estas artes que piloto como si estuviera empezando a manejar el volante de un avión surcando los montes de Japón. ¿Qué quiero decir con esto? Que a la hora de ver algo desde arriba, desde fuera o desde lejos (aunque cuanto más cerca siempre mejor) más fácil es aportar esa parte creativa que tengo dentro ya sea musical, literaria o audiovisual (o creativa en general). Sin embargo, cuando se trata de un proyecto propio y personal, no puedo separar ni "hacer" para otra cosa en base a qué trabajo realizado o inspirado, es decir, que no soy capaz de unificar o hacer dos artes en una a pesar de mis intentos como en Un hombre que entró en un bar a olvidar y olvidó por qué entró y Los años 20. Hasta ahora.

Ahora voy a empezar un proyecto para el cual necesito toda mi concentración y dedicación y aún así no puedo dejar en segundo plano tanto mis hobbies musicales, crear grupos, como escribir, componer o imaginar, pero en este caso, cada cosa que estoy trabajando me ayuda a tener trabajos terminados. El único objetivo de todo artista que se precie. La cuestión no es empezar algo y luego dejarlo, sino proporcionarle un final tan digno como cuadrado para la idea inicial que es con tal de dejar una buena impresión de lo que es tu trabajo.

Porque el arte es un trabajo, que precisamente no se paga, pero que se beneficia la sociedad y mucho. Y aún así es un trabajo amañado, tergiversado o, en el mejor de los casos, apartado y alejado de los medios. Censurado por la propia gente cuando les impacta mucho o no pueden comprender qué cosas. Si bien es cierto que no soy ningún agitador rebelde, hay trabajos o ideas que de llevar a "buen puerto" podrían no estar muy de acuerdo nadie.
Y el problema viene desde el momento en el que esa idea que tienes se vuelve menos realizable y no puedes llevarla o sacarla a tiempo para decir lo que tenías que decir en ese momento. Sobretodo crear cortos es un trabajo lento, pero gratificante debido a la cantidad de gente que tiene que trabajar en ello.

Quizás diga todo esto por los nervios y dificultades que se me van a presentar en carrera para esto, pero para eso está el trabajo, para presionarte y hacer y acabar las cosas que empezaste. Por eso, por esto, y por todo lo demás dejo y declaro este nuevo blog abierto pero quizá útil o comprensible únicamente para su dueño. Un servidor para los demás que se dedica a dirigir proyectos, propios, con mucho por delante. Espero ver con el tiempo que he aprendido de lo que he hecho, porque sólo uno conoce los límites de su trabajo y lo que tiene en la cabeza o escrito hasta el momento.