jueves, 3 de diciembre de 2015

Etapas de un músico

Un músico tiene varias etapas en la evolución musical, que coinciden o concuerdan, mejor dicho, con diferentes drogas y sus efectos:
Aquí enumero las siguientes etapas (que no de potencia):

  • Mariguana: Entra siempre tarde a todos los compases y se le olvidan los tonos. Resultado: síncopas o retardandos dignas de un retarder y sonidos psicodélicos, mayormente porque se le olvidó conectar el jak al instrumento.
  • Alcohol: Esta fase se caracteriza por una fase de experimentación sexual y digital con el instrumento que pasa por hacer muchos vibratos, mayormente aleatorios, y que entorpece o impide sobre un escenario "dar la nota". El resultado suele ser entrar en la tonalidad equivocada en un solo, o fumarse una parte de la canción, asemejándose a la primera fase.
  • Cocaína: Si bien se caracteriza por estar en consonancia con los demás, siempre denotará una profunda sensación de euforia que viene acompañada por sonidos distorsionados y alejados de la realidad que debería sonar. Decadentemente, como resultado, suele ser un maremagnum de confusiones de sonidos y pedales, que por extraño que parezca, algo tiene que ver con la anterior fase. Recomendación: cogerse un buen pedal.
  • Éxtasis: Exacervación del sentimiento de escuchar la música, tanto como para olvidar tu propio instrmento. Resultado catastrófico si estás en una improvisación de jazz. Algo que con la primera sustancia podría ser pasable.
  • LSD: Finalmente, la última fase de entre otras muchas otras posibles, pasa por sacar unos sonidos de Wah-wah psicodélicos, donde el músico por fin puede poner a prueba todos sus conocimientos en el instrumento y practicar a compaginar las partituras (si las tiene, como las tablas) con la voz añadiendo un resultado sobresaliente además de unas composiciones dignas de ser escuchadas, no sin embargo sus quejas. 
Por último, suele estar la faceta de las exigencias, que si bien no es una droga, cualquier músico famoso podría pedir y deberías de estar preparado para poder llevar si quieres disfrutar de un concierto sin quejas ante la organización.