miércoles, 21 de marzo de 2018

Conexión fallida entre cerebro y corazón y viceversa

Cuando dices algo que no piensas ni sientes, cuando sabes que tu corazón te perjudica pero no sabes salir de relaciones tóxicas es normal que luego siga pasando aunque ya no sea lo mismo ni la misma situación y para ésta clase de gente que no sabe aprender de su pasado ni seguir su cerebro a corde a lo que dicta su corazón o que no sabe escuchar lo que siente su corazón y en consecuencia no actúa con cabeza. Aquellas personas predispuestas a pensar mal por sistema tienen una enfermedad o problema muy grave, que luego no pueden vivir en paz consigo mismos, que de acostumbran y se han acostumbrado a malvivir pues sus formas o rutina o lo conocido es mejor que echarle un par de narices y tratar de luchar por lo que y a quien quieres, tienen malas conexiones entre sus impulsos negativos costumbristas y su equivocada razón por razones que se desconocen de su cerebro. No conectan bien sentimientos con lógica y les impera más la ley del orden establecido, de su orden, de lo que realmente deberían hacer o tratar de escuchar por lo que se les dice, pero ni atienden a razones ni saben escuchar ni entender ni sentimental ni cinestéticamente.
Por problemas así que afectan al desarrollo de pareja, quedan solas y amargadas o por malas experiencias y equivocaciones que los llevan a ser desconfiados toda la vida porque no aprenden de las experiencias del pasado o por no saber escuchar lo que necesitan si quiera, no saben luchar ni pedir ni ayuda ni nada que necesitan o les conviene o interesa por puro miedo o dejadez y conformismo o porque simplemente ni nadie les ha enseñado a vivir ni saben muy bien lo que quieren y para entonces o para cuando pueden tomar una decisión por lo general ya es tarde, todas las oportunidades se han cerrado o visto mermadas por el tiempo y quedan relgadas a un mero ente espirto-temporal donde si quiera con la comprensión ni el paso del tiempo se verán capaces de enfrentarse ni a sus miedos emocionales internos ni a la abierta disposición a escuchar si quiera para entender un poco los motivos de nadie puesto que si no saben ni escucharse a ellos mismos, pensando que los demás no pueden entenderlos (no porque no quieran o lo intenten sino porque encima no son buenos comunicadores en absoluto, por lo que generalmente explotan y se autoinmolan y destrozan en una concatenación de problemas sin querer encontrarle sus causas) porque como ni ellos mismos pueden escucharse así mismos, ppr qué tratar de hacerlo si quiera con los problemas de los demás cuando el tema y nexo de unión son ellos mismos. Pasan a un estado latente de dolor incapaz de soltar cual peso o carga por no creer que lo que siente el corazón sea útil ni necesario, por traumas psicológicos en la infancia respecto a la dureza o porque no saben ni han adquirido conocimiento en expresar con palabras comunes en el lenguaje coloquial del tú a tú lo que les molesta o tiene atormentados impidiéndoles vivir con normalidad y naturalidad en el día a día.

Que el cable entre cabeza y corazón falle es sinónimo de enfermedad, una que además implica tanto la parte psicológica como física y puede ser peor que cualquier otra infección pues viene de dentro y de mucho tiempo atrás.

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