sábado, 3 de septiembre de 2022

Qué dicha la mía... (ii)

Qué dicha la mía

que de no tenerte tengo que suerte

 que de tenerte no te tendría


tanto en mi pensamiento... 


Qué gesta llevarte de recuerdo

ésta sensación de escribirte: 


un poema, una canción

sin pedirla


Sin comerlo ni beberlo

porque me secas, deshidratadas

y me matas de hambre. 


Y es por el amor. 


Y esa mujer va a rematar me 

si ya se llevó la poca cordura que en su cintura habitaba. 


Qué pena, que no te tenga ni deba tenerte

porque parece que solo es fe que pueda quererte

como me quieres. 


Como tú me quieras,

imperfecto y con dudas razonables, con sinsentidos 

como los cinco que pierdo por solo hablar contigo. 


Y ni gusto, ni olfato, ni ojos salvo oídos para ti tengo

desde donde me alcanza la vista. 


«El amor de Dios quiso que no te creyeras que el mío es tan grande. 

Como Zeus y una lluvia dorada de afortunada a bendición.»

No hay comentarios:

Publicar un comentario