Ser escritor es enfrentarse a diario contra la frustración.
Contra la bifurcación de historias, las voces de los personajes, el drama que impregnas de tu vida tu obra...
Saber qué hacer, escribir, qué historia contar o elegir trabajar a diario es difícil.
Y eso es una pequeña parte de lo que pueda resultar en lago rentable.
Hay que hacer mucha mierda para encontrar una pepita de oro.
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