por la extinción del ser humano?
Abogándonos a la mera compañía de un ordenador, ¿cuántas parejas se pierden y cuántos hijos dejan de nacer por este invento que nos condena a la soledad?
Habría que calcular las parejas que crea, las relaciones esporádicas que fomenta y multiplicarlo por las probabilidades de concebir entre la capacidad de marginarnos que tiene.
No quiero saber la respuesta.
Pero nuestros abuelos y padres nunca estuvieron solos.
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